Reseña
Una joven socióloga argentina llega a una ciudad costera de Francia para cursar un doctorado. Su tesis versa sobre los juegos de azar como práctica social, pero la investigación la lleva a sumergirse en un mundo más personal, íntimo, donde habita lo que le legó su padre jugador y al que ahora regresa a través de su relación con Gino, un apostador que tiene tanto de seductor como de hechicero. Entre la Patagonia, Francia y Buenos Aires, entre los casinos y la universidad, entre las deudas y los dones, bajo el influjo de las olas del mar, tan cercano, esta novela de campus narra un camino de aprendizaje que es también un descenso a la oscuridad; el ingreso a la noche pedregosa de lo que se hereda y se adhiere a nosotros. Con gran ingenio emocional, la protagonista se debate entre la precariedad de unos vínculos y las aspiraciones de una elite ilustrada. Montero construyó con agudeza un relato sobre la mentira y la herejía, y sobre un padre, siempre un misterio, a la vez que una historia de amor y adicción, de suerte y destino, de inquietud y revelaciones.
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