Reseña
Sophie es una estudiante de piano, una promesa que estudia en la prestigiosa escuela de música de Salzburgo bajo la batuta del mejor profesor. Tiene 19 años. Es una chica muy tímida, que no sabe relacionarse con sus compañeros y tiene fama de rarita. En la escuela conoce a Nathanael Gregori, un virtuoso del chelo y se enamora perdidamente de él. Curiosamente, es correspondida y ambos jóvenes inician una relación. Pero Sophie queda embarazada y cuando se lo cuenta a su novio, éste desaparece. Sophie lo pasa fatal y sólo sale adelante cuando tiene a su pequeña en sus brazos y decide vivir por y para ella. Abandona la música y se dedica en cuerpo y alma a su hija. Pasan los años. Aurora, la hija de Sophie, tiene ya siete. Desde el día de su cumpleaños ha experimentado un montón de cambios: se queda ensimismada mirando fijamente un punto, conoce cosas que no debería conocer (científicas, idiomas que no ha estudiado, etc…). Sophie decide ir a pasar una temporada a la casa de campo que ha heredado de su padre. Allí conoce a un enigmático vecino, llamado Gaspar. El primer encuentro con él es inolvidable porque Aurora empieza a convulsionarse, como si le estuviera dando un ataque epiléptico. Pasan cosas extrañísimas: excursionistas que aparecen muertos en una macabra similitud con lo que ocurrió en Salzburgo hace siete años, comportamiento cada vez más raro de Aurora, la actitud casi acosadora de Gaspar… Sohpie tiene miedo, de Gaspar, de las circunstancias y, especialmente, de su hija. Cuando reaparece Nathanael, Sophie se da cuenta de que está en medio de una ancestral batalla entre el bien y el mal.
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