Reseña

La llegada a la presidencia de Raúl Castro por el precario estado de salud de su hermano Fidel marcó el inicio de una nueva era en Cuba. Raúl parecía ser el hombre capaz de administrar el pragmatismo necesario para llevar a cabo la compleja tarea de “actualizar el modelo socialista”: introducir modificaciones en el sistema económico preservando el sistema político. En 2007 se logró el consenso  para el inicio de las “reformas estructurales” que impulsaron la entrega a privados de tierras estatales ociosas y el despido de trabajadores del sector público. Poco después, en abril de 2011, el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba definió los “Lineamientos de la política económica y social” que anticiparon otras novedades: autorización a la compraventa de viviendas y automóviles, impulso al trabajo por cuenta propia, flexibilización de la política migratoria, atracción de inversiones extranjeras. Aunque las medidas están mostrando resultados positivos, la agudización de las desigualdades asoma como una consecuencia no deseada de los cambios. Cuba hoy enfrenta múltiples desafíos. Pero, ¿cuándo no ha tenido que hacerlo?

  • Editorial:
  • ISBN [ISBN]