Reseña

Alfie limpia zapatos en King’s Cross cuando descubre que su padre no
está luchando en la Gran Guerra... sino en un hospital para soldados.
Ahora su objetivo será sacarlo de allí y devolverlo a casa.
  El 28 de julio de 1914 Alfie celebra la fiesta de su quinto cumpleaños.
Coincide con el estallido de la primera guerra mundial. El padre de
Alfie, Georgie, decide alistarse inmediatamente porque cree que es su
obligación de ciudadano y,además, está convencido, como todo el
vecindario, de que todo acabará antes de que lleguen las Navidades. Pero
el tiempo pasa y la guerra sigue y, poco a poco, la vida de Alfie se
resiente: su madre tiene que trabajar día y noche porque no tienen para
comer, unos vecinos suyos, judíos originarios de Praga, empiezan a
sufrir el acoso de la gente hasta que unos soldados se los llevan no se
sabe dónde, el que había sido mejor amigo del padre, Joe, decide no ir a
la guerra y recibe todo tipo de humillaciones e insultos-
En medio de este panorama desolador y, después de cuatro años, Alfie
decide ayudar a su madre sin que esta se entere, y para eso se dedicará
a limpiar zapatos en King´s Cross (solo va al cole los lunes y jueves
porque es cuando toca historia y literatura, las dos asignaturas que le
interesan) y allí conocerá a todo tipo de personajes. El poco dinero que
gana lo deja en el monedero de su madre sin que ella se dé cuenta. Por
lo que respecta a su padre, hace tiempo que no tiene noticias suyas; al
principio, las cartas eran alegres, explicaba cómo lo entrenaban para
convertirse en un buen soldado, pero las últimas son extrañas,
incomprensibles (él las ha leído porque ha descubierto que su madre las
esconde en el colchón, pero ella siempre le dice que no sabe nada de su
padre porque está en una misión secreta). Hace un año y medio de la
última carta. Para Alfie eso solo quiere decir una cosa: su padre está
muerto y su madre no se lo quiere decir, aunque eso sí, el número que le
asignaron cuando se alistó no ha aparecido todavía en las listas de
fallecidos que publica el periódico y que Alfie repasa cada día#
Una mañana, mientras está limpiando los zapatos a un cliente habitual,
un golpe de viento hace que éste pierda los papeles y Alfie descubre,
con horror, que el cliente es un médico y que tiene un registro de
pacientes ¡donde figura el número de su padre! ¡Georgie está vivo! A
partir de ese momento, Alfie sí que tiene una misión: ver a su padre.
Por eso, cogerá un tren y llegará hasta el hospital donde, sorteando
todo tipo de obstáculos, dará con su padre, aunque el shock que recibirá
será tremendo: su padre sufre síndrome postraumático
severísimo, le asustan los ruidos, casi no habla y solo al final
reconocerá a su hijo. Horrorizado con todo lo que ha visto, Alfie decide
sacarlo del hospital convencido de que fuera mejorará. Con su madre no
puede contar (entre otras cosas, la ha visto coger el tren para ver a su
padre y, por tanto, le ha escondido la verdad), así que a la única
persona a la que se atreverá a explicarle su plan es a Joe, el amigo de
la infancia de su padre que había decidido no alistarse. Entonces
descubriremos el calvario que ha sufrido: acusado por todos de
"traidor", sin amigos, recibiendo pedradas de los vecinos, con los
libros como único refugio. Ante la negativa de Joe, Alfie decide hacerlo
solo: conseguirá llevar a Georgie a casa, pero viendo que no reconoce
nada, que le asustan los ruidos y que le pide constantemente sus
pastillas (Alfie se las ha olvidado en el hospital), lo lleva a King´s
Cross. Una de las escenas más bonitas es cuando Alfie le limpia los
zapatos y su padre llora mientras hablan de la inutilidad de la guerra.
Todo se complica cuando llega un tren (están al lado de la estación) y
el ruido ensordecedor enloquece a Georgie. Este, para intentar calmarlo,
va corriendo a comprarle cigarrillos, pero cuando vuelve, ya no está.
Alfie regresa a casa y a partir de ese momento se desenmascara todo: un
vecino dice haber visto a Georgie, el médico del hospital aparece para
denunciar que Georgie ha desaparecido, la madre descubre todo lo que ha
hecho su hijo. Finalmente llega otra visita, la de Joe, que explica cómo
siguió al niño y ha estado vigilando desde el primer momento a padre y a
hijo. Cuando vio que Georgie se colapsaba, se lo llevó a casa.
El libro se cierra el 28 de julio de 1922, día que Alfie cumple 13 años;
su madre trabaja como enfermera (atiende a soldados que sufren shock
postraumático), Alfie pasea con su padre (intuimos que aunque muy
recuperado, tiene secuelas), y Joe puede llevar una vida normal. Todos
los protagonistas han sufrido las terribles consecuencias de una guerra
que, para todos, "acabaría antes de Navidad".

  • Editorial:
  • ISBN [ISBN]