Reseña
El autor que fue durante un tiempo jesuita y después se desempeñó profesionalmente en el mundo de la banca con bastante éxito, plantea en su obra la necesidad, tanto para llevar una vida feliz, como para contribuir a un mundo mejor, de que cada ser humano integre su quehacer dentro de un proyecto de vida que sea significativo, que armonice todas sus dimensiones, no solo en el campo profesional y mundano sino a un nivel vital y espiritual, en un todo coherente. Así pues, el dilema de vivir no consiste tanto en descubrir qué hacer sino qué tipo de persona ser. Su formación como jesuita y su posterior carrera profesional lo llevan a plantear un enfoque vital que una lo espiritual a la acción. No niega sus fuentes católicas y utiliza los Ejercicios Espirituales de S. Ignacio de Loyola como texto inspirador de su propuesta. También propone para dar sentido a la vida una visión espiritual, pero afirma que este propósito puede realizarse en cualquier tipo de ocupación, profesando cualquier credo religioso o incluso sin uno determinado. En otras palabras, el libro anima al lector a llevar una vida con sentido y con plenitud en la actividad más humilde o en la más encumbrada. A ese estilo de vida, consciente, honesto, reflexivo, entusiasta y comprometido es a lo que él llama una “forma heroica de vivir”.
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