Reseña
Este libro es el fruto de los más de treinta encuentros televisivos
que mantuvo Jorge Mario Bergoglio, durante casi dos
años y medio, con el rabino Abraham Skorka y el biblista protestante
Marcelo Figueroa. De esas conversaciones luminosas
e intensas, de ese cruce interreligioso entre tres amigos
notables de credos distintos, surgió un ciclo de programas de
televisión que transmitió, desde Buenos Aires, el Canal 21
del Arzobispado (y que fue premiado, entre otros galardones,
con el famoso Martín Fierro). Biblia, diálogo vigente, editado,
compilado y comentado por Marcelo Figueroa, quien también
fue el conductor y productor general del ciclo, desarrolla
los diálogos entre el por entonces cardenal primado de la
Argentina, el rector del Seminario Rabínico Latinoamericano
y el teólogo evangélico y ex director de Sociedad Bíblica
Argentina. El resultado es vibrante, emotivo, lúcido y espiritual.
Y da una muestra acabada del pensamiento del papa
Francisco acerca de muchísimos temas: desde la esperanza
hasta la solidaridad, pasando por el sufrimiento, la verdad, la
violencia, el fanatismo, el sentido de la vida, los miedos, la
familia, la ancianidad, la dignidad, la razón y la relevancia de
la fe en los tiempos que corren.
“¿Qué es lo que sucede alrededor de esta mesa? ¿Es reunirnos
para hablar de cosas religiosas, a través de nuestras
posturas? ¿Es jugar a las visitas para ser civilizados?
Es afirmar públicamente, como cristianos, que nuestra identidad
no se entiende sin entroncarla en la identidad judía. De
ahí que el antisemitismo sea una monstruosidad para un
cristiano. De tal manera que los cristianos estamos incluidos
y no somos superiores, aunque desde un punto de vista afirmamos
que el Mesías ya vino, y ustedes lo están esperando.
Pero los dos estamos esperando, nosotros que vuelva y ustedes
que venga. Esto es algo que conviene que quede claro,
no es una cuestión de educación, o de intercambiar opiniones
sobre nuestras teologías, sino que se trata de la elección
de Dios. Creo que estamos dando una señal, un ejemplo
de lo que es incluirnos mutuamente en el camino de la
elección que Dios nos tiene”.
JORGE MARIO BERGOGLIO
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