AJO PARA EL DIABLO

A treinta años de la caída del Muro, un matrimonio que ya ha recorrido gran parte de su vida pasea por Berlín; el mundo ha cambiado de manera atroz. Sin embargo, las huellas de los campos de concentración y exterminio están demasiado presentes. Él pertenece a una familia que se regodeaba en las expresiones de la cultura, siempre vivas: los cuentos jasídicos, las comidas y los sabores se mezclaban con los relatos maravillosos de la abuela sobre la aldea, los rabinos y la Revolución Rusa. Ella es de ascendencia católica y disfruta en silencio de los pequeños placeres. Las miradas de ambos se entrecruzan en las diferencias culturales, a veces con amabilidad y otras con incomprensión. Sin embargo, los dos se han aburguesado mansamente. En Buenos Aires, Andrea, la única hija de ambos, ex militante en los setenta, exiliada durante años en Brasil, ahora reinsertada en el sistema a través de la política, está a punto de asumir como ministra de Desarrollo Social. Acaso, un símbolo expresivo de nuestra época. Ajo para el Diablo es un diálogo intenso y mudo entre dos generaciones conflictivas. Las perspectivas y las experiencias diferentes que enfrentaron a padres e hijos se han suavizado con los años, y lo no dicho, lo nunca expresado, hoy intenta ser desbaratado por la inteligencia y el cariño. Manuela Fingueret ha escrito una novela apasionante en la que se cruzan los dramas del siglo XX, los ideales que atravesaron varias épocas, las contradicciones que los sesgaron, el cuestionamiento a quienes se reciclaron sin culpa, las preguntas de unos y de otros que quedan sin respuesta.