Reseña
Un país, doscientos años, el deporte. Una historia, mil historias, infinitas historias. Un largo recorrido que enlaza a Walter Heald, aquel británico que anotaba en su diario privado los partidos iniciales de fútbol en la Argentina, con Diego Maradona, el hombre que necesitó apenas de una pelota para hacer posible lo imposible. O que asocia los entusiasmos de los primeros pelotaris de lo que fuera con los raquetazos triunfales de Guillermo Vilas o de Gabriela Sabatini, con las exactitudes de Roberto De Vicenzo y con la energía contagiosa de las Leonas. O que da los pasos inaugurales con aquellos que descubrieron la maravilla de soñar en equipo y avanza hacia el futuro con los sueños de básquetbol que fluyen desde las manos de Emanuel Ginóbili. El deporte en la Argentina expone una historia que es mucho más que deportiva. Allí caben los campeones resonantes y, también, los anónimos de cada cancha, los clubes famosos que apilan consagraciones y los clubes humildes que expresan la identidad de una calle o de un pueblo. En esa historia hay sitio, además, para los usos de las acciones deportivas que tuvieron las democracias y las dictaduras, para las miradas de los periodistas y las de los escritores, para las épocas de jugar por pura diversión y para los tiempos en los que creció un espectáculo millonario. Goles, fundaciones, gritos, abrazos, pertenencias, encantos, desencantos, decepciones, mundiales de lo que sea, Juegos Olímpicos y Panamericanos, cuerpos en movimiento o en transformación, continuidades y rupturas, estadios, ideas, usos y abusos, maestros, consagraciones, memorias, curiosidades, cifras y emociones: todo eso es la historia del deporte nacional. Todo eso está en este libro.
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