Reseña
“Para quienes vivimos esa época, las imágenes quedaron
grabadas para siempre: los hombres armados que marchaban
desde el aeropuerto con sus ropas al viento, los toques
de queda, los allanamientos, los ataques aéreos y los bombardeos
desde la costa, las trincheras en las escuelas y en
cualquier esquina.”
El 2 de abril de 1982, la Argentina entró en guerra con
Gran Bretaña por la posesión de las islas Malvinas. En ese
momento, James Peck tenía trece años. Su memoria conserva
las imágenes de cuerpos mutilados, el miedo, la
angustia. Con cuatro generaciones de isleños a sus espaldas,
su padre combatió del lado británico y es considerado
un héroe.
Tras el fin de la guerra, de ser un territorio pobre y olvidado,
las islas pasaron a ocupar un lugar estratégico en la política
británica. Mientras tanto, Peck conoció a María, una pintora
argentina, y se casó con ella. Cuando las autoridades
del archipiélago se mostraron hostiles, la pareja decidió
partir. Comenzaron un peregrinaje que los condujo a
Buenos Aires.
En 2011, Peck solicitó el documento de identidad argentino,
que recibió de manos de la presidenta Cristina
Fernández de Kirchner.
Este libro es un testimonio íntimo y personal sobre la guerra
de Malvinas. Con una prosa valiente, de textos breves y
despojados, el autor rehúye las generalidades y se limita a
narrar una parte de la verdad, la suya propia. Malvinas.
Una guerra privada permite acercarse a esa tierra hermosa
y desolada, desconocida para la mayoría de los argentinos
aunque algunos hayan dado su vida por ella.
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Sobre el autor