Reseña

¿Por qué las profecías de diversas procedencias coinciden en que se avecina el "fin del mundo", con la consiguiente avalancha de cataclismos, muerte y destrucción? ¿Por qué todas concuerdan en la época en que esto ocurriría? ¿Por qué coinciden también con los informes que nos legaron los Atlantes y se corresponden con el calendario maya? Una profecía es el informe de un posible suceso a futuro. Sin embargo, ¿no hay indicadores ¿tangibles¿, científicos, de que la Tierra entró en un fin de ciclo? ¿Qué significan los sismos, las erupciones volcánicas y el deshielo de los polos actualmente en curso que provocan una inédita tropicalización y glaciación de amplias zonas de la Tierra? Estas mutaciones geoclimáticas son causadas por el Sol, con imprevisibles eyecciones de masa coronal, donde el centro de la galaxia emite energías que afectan a todo el sistema solar¿ ¡coincidentes con un ciclo planetario de unos 12.000 años! Así, realidad y profecía concuerdan: las crisis ambientales y económico-político-sociales anuncian el fin del mundo conocido. ¿En cuántos años podría ocurrir la catástrofe? ¿En un siglo, en un milenio? No: el proceso ya comenzó y seguiría extendiéndose en los próximos años: 2012 es un año clave¿ Este libro analiza las profecías del argentino Benjamín Solari Parravicini y las confronta con los datos de la realidad: el resultado es impactante.

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